Viernes. El encuentro era a las 18 hs en Palermo, en Honduras 5880. Pero él (Wences) llegó más tarde, como siempre. En realidad le pasó mal la dirección a Helenita y ella entró en otro lugar (Home, Honduras 5860). Un Hotel boutique de Palermo Viejo. Estaba enojada y sonriendo (1er paradoja), Wences había llevado sus regalitos traídos de Bariloche: un dulce de sauco, un dulce de mosquetas, un pimentón ahumado patagónico, unos ositos de chocolate rellenos con dulce de leche y un frasco de ciervo ahumado. Pero a ella pareció no importarle demasiado que digamos. Sí, obvio, agradecidísssssima... pero that means nothing to her.....
Al margen.
El lugar: divino. Patio interno al aire libre, pileta, jardín y mesas afuera (se percibe un diseño de paisaje). Adentro estaba el equipo de Perros de la Calle. Wencessuperó ampliamente el nivel de creatividad.
Libido muerta. Narcisismo herido de muerte.
Pedimos un jugo de pepinos, limón y soda y una cerveza Heineken. El jugo impecable. La focaccia que pedimos para picar buena (berenjenas grilladas, tomates, mozzarela y aceitunas negras). Convenciones sociales
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